El Arcoiris Waldorf llegó a nuestras vidas unas navidades y desde entonces ocupa un espacio especial en la habitación de juegos de los peques.
Además de un juguete estéticamente precioso es una fuente inagotable de actividad y creatividad para los pequeños.
La pedagogía Waldorf
Rudolf Steiner es el creador de esta corriente educativa. La primera escuela waldorf surgió en Alemania a principios del siglo XX y hoy es uno de los movimientos de educación libre más importante del mundo.
Según esta pedagogía la educación se divide en tres etapas. La primera, la correspondiente al perdido de Educación Infantil en España, está dedicada a actividades prácticas y juegos creativos. Para ello se apoya en materiales como el arcoíris, juguetes desestructurados que ayudan al niño en su juego creativo.
El juego desestructurado
La mayoría de las corrientes pedagógicas de la educación libre basan la formación en la época infantil en el juego desestructurado. Pero esto, ¿qué es?. El juego desestructurado se apoya en juguetes, como el arcoíris waldorf, que no tienen una manera concreta de jugar. Cada niño puede inventar su juego y crear tantos como su imaginación sea capaz de imaginar.
Este tipo de juego permite al niño experimentar sin limites, sin reglas que coarten su imaginación.
El aprendizaje con arcoíris Waldorf
Los arcoíris Waldorf está creado de manera artesanal, es de madera y está pintado con tintes naturales que permiten ver la veta. No es pintura barnizada ni lacada.
Los juguetes de madera permiten a los niños descubrir otros tactos diferentes y otras sensibilidades. Frente al plástico que nos rodea en prácticamente todos los objetos de uso cotidiano infantil, la madera se comporta de manera diferente. Es porosa al agua, por ejemplo, cosa que no lo es el plástico. Investigar con esto forma parte de la educación y de la experimentación.
Gracias al trabajo artesanal con el que hacen el aroiris Waldorf, el producto es maravillosamente imperfecto. Solo con el tacto, el juguete trasmite información sensorial a los niños. Los diferentes tamaños de los arcos son perfectos para el trabajo manipulativo de los más pequeños y los colores permiten el juego clasificativo cuando se incorporan otras piezas.
Su función de aplicación aporta información y conceptos muy valiosos a los niños. Aprenden de equilibrio, resistencia, lógica...
Cuentas para inspirarte
El arcoíris Waldorf se ha hecho muy famoso en internet y muchas cuentas de Instagram comparten ideas de juegos con el.
Con el hashtag #arcoiriswaldorf puedes encontrar imágenes inspiradoras con este juguete.
También en youTube puedes encontrar un montón de videos con ideas para sacar el máximo rendimiento a este juguete. Aquí te dejo uno que me ha gustado especialmente:
Para nosotros es, sin duda, uno de los juguetes más valiosos de nuestra «play room». Ocupa un espacio especial y es uno de los juguetes con el que más se entretienen jugando conjuntamente niños de diferentes edades.
El juego de apilar es uno de los que más repiten, pero también lo utilizan para marcar carreteras para los coches, o para clasificar diferentes animales en cada uno de los arcos.