La sesión de Erik, que fue un regalo de los primos de su mamá, tuvo que retrasarse unos días porque el pequeño se constipó un poquito. A pesar de haber pasado los 10 días conseguimos que durmiera durante la sesión, aunque en cuanto lo movíamos un poco abría los ojos, no fuera a perderse algo. Su mamá me ayudó mucho y en todo momento estuvo atenta para dar de comer a Erik y que se quedara dormidito.
A Dario y a Gema, sus papás, les encanta el mar y me pidieron algunas fotos con inspiración marinera que creo que quedarán preciosas en la habitación de ensueño llena de detalles preciosos que tiene Erik.