La habitación de una novia, esas horas antes de que se inicie la ceremonia de la boda, concentra un montón de ilusión. Cuando se empieza a maquillar, a peinar, con un simulacro de comida que es un quiero pero no puedo quelosnerviosnomedejan… son momentos y detalles que no deberíamos olvidar nunca…

Lo que ocurre en la habitación de la novia es el
mejor preámbulo de una boda: nervios, tensión,
ilusión, prisas, desahogos…

En junio estuvimos en la boda de mi prima en GIjón.  Me había pedido que le hiciera las fotos en su habitación, mientras se preparaba. Allí estuve con mi cámara, los objetivos y un montón de ilusión captando esos momentos mágicos mientras la peluquera y la maquilladora iban trabajando, la hermana de la novia entraba y salía, la madre se preparaba, el padre no aparecía…  

De todo, me quedo con el detalle de los pendientes. Se los hicieron en una joyería de Asturias con un diseño que hizo la propia novia y, lo mejor: eran desmontables!! Los pendientes puede llevarlos tal y como aparecen en la foto o más cortos, así son mucho más ponibles. Una idea muy original.  

Cristina, Fernando… gracias pareja por todo y disfrutar de vuestra vida en común. 

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